Atrás queda ya el dominio insultante del imperio Macintosh sobre la tecnología móvil. Fue la llegada del IPhone y de su sistema operativo lo que dio un giro revolucionario a lo que por entonces conocíamos como un teléfono móvil. Acto seguido, la respuesta de Android como sistema independiente y de código abierto se convirtió en una competencia digna para el gigante de este tipo de tecnologías.
Por supuesto, para entonces el IPhone había copado todos los mercados con sus nuevos modelos, y Android todavía se estaba abriendo paso hacia dispositivos como el Samsung, que apostaron desde el principio por este nuevo sector. Sin embargo, no fue hasta la llegada de Google cuando definitivamente, Android comenzó a reclamar su parte del pastel.
La tecnología Android ha abierto las puertas a la comercialización de una tablet barata
Los chicos de Stanford (Google) decidieron dotar a este nuevo sistema de una clara característica, lejos de venderlo en propiedad, decidieron aplicar una licencia GNU mediante la cual, cualquier compañía telefónica podía adquirir el código, modificarlo a su gusto.
Y, finalmente, le era posible instalarlo en sus dispositivos con las configuraciones deseadas. Obviamente, esto llamó la atención de muchos fabricantes, convirtiéndose así en un hueso mucho más duro de roer de lo que parecía al inicio.
El IPhone ya tenía competencia, y el mercado comenzaba a jugar en su contra. Era el momento de mover ficha, y estaba claro que a pesar de los nuevos modelos de este dispositivo, hacía falta algo más para volver a ganar el terreno perdido: las tabletas digitales. ¿Era posible comercializar tablets baratas?
La llegada de las tabletas digitales a los consumidores
Aparecieron entonces las tabletas digitales de Macintosh, los IPad volvían a dejar a todos los consumidores de este tipo de tecnología totalmente sorprendidos. Su calidad era impresionante, hacía dudar de la utilidad de equipos tan adsorbidos por la sociedad como lo eran el portátil y los ordenadores sobremesa.
Sin embargo, y a pesar de la increíble potencia de estos dispositivos, los de Stanford volvieron a la lucha con sus nuevas tablets baratas con Android. Samsung volvía a hacer frente, como fabricantes, al monopolio que estaban adquiriendo los chicos del increíble Steve Jobs.
Acto seguido, la batalla continuó entre resoluciones, velocidad, utilidades, etc. De hecho, a día de hoy, esta guerra aun no ha terminado, lo que finalmente ha acabado por beneficiar a los propios usuarios finales, que disfrutan cada día de los avances tecnológicos que estos dos gigantes del sector móvil están logrando para no quedarse obsoletos.
Además, todo esto ha permitido incluso una especialización en este tipo de dispositivos de forma que una gran cantidad de comercios ha decido resumir su catálogo de productos a este tipo de tecnologías ofreciendo tablets baratas. Así, ahora podemos encontrar tiendas especializadas en tabletas digitales y, como no, en dispositivos móviles.
De hecho, esta iniciativa ha comenzado a crear una cierta competencia que nos beneficiará con la nueva lucha de precios. Definitivamente, no hay nada mejor para el consumidor que las batallas entre fabricantes y desarrolladores, pero mucho mejor aun es la existente entre los distribuidores, y es que no sólo nos beneficiaremos de la tecnología, sino también de los precios, logrando así adquirir un tablet barata casi sin esfuerzo.